YUCATÁN.- Desde mayo pasado, una estatua de Poseidón, el dios de los mares en la mitología griega, se ha convertido en una nueva atracción turística en las playas de Progreso, Yucatán. Esta escultura de tres metros de altura, hecha de fibra de vidrio, fue instalada a unos cinco metros dentro del mar como parte de las acciones del Ayuntamiento de Progreso, encabezado por Julián Zacarías Curi, para atraer turistas.
Sin embargo, la estatua ha generado opiniones divididas desde su llegada. Mientras algunos se muestran asombrados y deseosos de verla, otros están inconformes, argumentando que no representa la cultura maya. Esta molestia escaló al punto de que un grupo de yucatecos planeaba destruir la estatua y “entregar sus restos a Chaac”, el dios maya de la lluvia.
Lo que comenzó como una broma en redes sociales tuvo consecuencias alarmantes cuando el creador del evento en Facebook para destruir la estatua recibió amenazas. El evento en la red social reunió a más de 30,000 personas interesadas. Algunos internautas estaban convencidos de que la estatua de Poseidón había enfurecido a Chaac y causado las fuertes lluvias recientes en la Península de Yucatán.
A pesar de la seriedad que tomó el tema, el evento fue cancelado. El creador del grupo en Facebook, que inicialmente lo tomó como una broma, eliminó el evento tras recibir amenazas y ver la intención real de algunas personas de vandalizar la estatua.
El debate sobre la estatua de Poseidón continúa, cuestionando si cumple su función de atraer turistas o si está generando más disgustos y malos entendidos entre los locales.