WASHINGTON, D.C.- En su segundo mandato, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, estaría por nombrar al senador Marco Rubio como Secretario de Estado, según fuentes cercanas. Rubio, un exrival en la contienda presidencial de 2016, se ha convertido en uno de los aliados más fervientes de Trump en el Senado, promoviendo políticas de línea dura en temas internacionales y adoptando una postura firme contra el narcotráfico en la región, especialmente en relación con México.
Rubio, senador por Florida desde 2011, ha sido una pieza clave en la campaña de Trump para acercarse a las comunidades latinas y ha manifestado una visión enérgica contra el narcotráfico. En recientes declaraciones, acusó al expresidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de “entregar a México” a los cárteles de la droga, crítica que refleja su posición de que Washington debe redoblar esfuerzos para contener el tráfico de drogas y sus consecuencias en la seguridad regional.
En el ámbito internacional, Rubio ha sido contundente en su respaldo a los aliados tradicionales de Estados Unidos, como Israel y la OTAN, y ha señalado a China como el mayor desafío estratégico. Su informe de septiembre pasado advirtió sobre el “poderoso adversario” que representa el gobierno comunista chino, insistiendo en que el país norteamericano debe reaccionar con firmeza a su expansión económica y militar.
Rubio también ha apoyado la idea de una rápida resolución de la guerra en Ucrania, pero enfatiza la necesidad de que Ucrania conserve influencia en cualquier negociación con Rusia, una postura que resuena con la administración de Trump, la cual busca una vía rápida para estabilizar la región sin que se debiliten sus aliados.
La posible designación de Rubio como Secretario de Estado marcaría el fin de una rivalidad pública entre él y Trump, que se originó en las primarias de 2016, cuando ambos se lanzaron duras críticas personales. Con el tiempo, Rubio reparó su relación con Trump, convirtiéndose en un importante aliado en el Senado y consolidando su papel dentro del Partido Republicano. Su cercanía con figuras clave de la administración, como Susie Wiles, la nueva jefa de gabinete de Trump, también refuerza su perfil como candidato a encabezar la diplomacia estadounidense.
De ser confirmado rápidamente por el Senado, como se prevé, Rubio dejaría vacante su escaño, lo que permitiría al gobernador de Florida, Ron DeSantis, nombrar a un sucesor provisional.