INTERNACIONAL.- Este viernes, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, fue sentenciado sin recibir castigo por el delito de falsificación de registros comerciales relacionado con el pago de un soborno para silenciar a una actriz porno. La decisión fue tomada por el juez Juan Merchan, tras la negativa de la Corte Suprema de Justicia de intervenir en el caso.
La sentencia, considerada como libertad incondicional, se basa en que, aunque Trump fue declarado culpable previamente por un jurado, imponer una pena de cárcel o multa no se consideró apropiado debido a su condición de presidente electo. Merchan argumentó que las protecciones legales inherentes al cargo presidencial prevalecieron sobre otros factores agravantes.
El juez calificó el caso como “extraordinario” y subrayó que, si bien la Presidencia otorga amplias protecciones legales, estas no anulan el veredicto del jurado. “Señor, le deseo buena suerte en su segundo mandato en el cargo”, expresó Merchan al finalizar la audiencia.
Esta sentencia convierte a Trump en el primer presidente de Estados Unidos en asumir el cargo tras haber sido condenado por un delito grave. Durante la audiencia, el futuro mandatario calificó el caso como “politizado” y un “retroceso para el sistema de justicia de Nueva York”. Fue la única ocasión en la que Trump se dirigió al tribunal, reiterando su posición de que todo el proceso fue una experiencia terrible.
Por su parte, los abogados de Trump anunciaron que apelarán la sentencia, mientras que el presidente electo continuó ridiculizando el caso, el único de las cuatro acusaciones penales en su contra que ha llegado a juicio.
El juez Merchan destacó que tomó en cuenta el prestigio de la Presidencia al dictar su fallo, indicando que su decisión no dependía de la persona que ocuparía el cargo, sino de la institución en sí.
