ESPECTÁCULOS.- En dos ocasiones, las carreteras de Guanajuato se convirtieron en el escenario de los peores momentos de la vida de Paquita la del Barrio. La icónica cantante, famosa por su voz inconfundible y su estilo irreverente, sufrió dos asaltos en los caminos que conducen a Uriangato, una ciudad que quedó en su memoria no por el cariño del público, sino por el miedo y la impotencia.
El primer golpe: el robo que le arrebató años de esfuerzo (2011).
Era la tarde del 27 de mayo de 2011 cuando el destino le jugó una mala pasada. Paquita viajaba de Jalapa a Morelia, lista para su siguiente presentación, cuando dos camionetas le cerraron el paso en plena carretera. Sin posibilidad de escapar, su chofer fue obligado a detenerse. Tres hombres armados los hicieron bajar del vehículo y, sin mayor contemplación, se llevaron su flamante Suburban edición especial, recién comprada por la cantante como regalo de cumpleaños.
Pero más que la camioneta, lo que realmente le dolió fue la pérdida de sus joyas: un reloj Piaget de oro blanco con brillantes, siete anillos de diamantes, dos esclavas y un pendiente, piezas que había adquirido con años de trabajo y que la acompañaban en cada presentación. En total, el botín ascendía a más de dos millones de pesos.
“Es lo que más le dolió, porque es todo lo que se ha comprado a lo largo de su carrera”, explicó su representante, Francisco Torres.
Abandonados en la carretera, Paquita y su chofer caminaron casi seis kilómetros, pidiendo auxilio a los autos que pasaban, pero nadie se detenía. Finalmente, una unidad de asistencia en carretera los rescató y pudieron presentar la denuncia en Uriangato. Sin embargo, las autoridades no lograron recuperar nada.
El golpe fue más que material. La cantante quedó sumida en la tristeza, preguntándose por qué a ella. Pero como toda una guerrera, no dejó que aquel asalto la detuviera y siguió adelante con su carrera.
La historia se repite: un segundo asalto en la misma ruta (2015).
Cuatro años después, en 2015, el miedo volvió a tocar su puerta. Una vez más, Paquita circulaba por una carretera de Guanajuato cuando la violencia se cruzó en su camino. Ahora en la autopista Morelia-Salamanca, en el kilómetro 52, fue interceptada por un vehículo con delincuentes armados.
A pesar de que en esta ocasión viajaba con dos escoltas, los asaltantes los obligaron a descender de la camioneta y les arrebataron sus pertenencias. Luego huyeron con la Suburban y su valioso equipaje. Paquita y su equipo caminaron hasta la caseta de cobro de Santa Ana Maya en busca de ayuda, reviviendo así el calvario de años atrás.
Esta vez, la desesperación la venció. “Prefiero la muerte. Ya es mucho, todo mundo se ensaña conmigo”, declaró en una entrevista con TVnotas. Pensó que la iban a secuestrar, pero al final, los delincuentes solo la despojaron de sus bienes.
“Que Dios los perdone”, dijo la cantante, con el corazón roto pero agradecida de haber salido con vida.
Paquita la del Barrio siguió adelante con su carrera, pero la sombra de esos asaltos quedó grabada en su historia. Las carreteras de Guanajuato, más que caminos de gira, se convirtieron en senderos de peligro para una de las voces más queridas de México.
