INTERNACIONAL.- A partir de este lunes 14 de julio, México deberá pagar un arancel del 17% por la exportación de jitomate a Estados Unidos, informó el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, quien señaló que esta medida tendrá repercusiones inmediatas y afectará directamente a consumidores estadounidenses.
En entrevista con Radio Fórmula, Ebrard confirmó que, aunque el gravamen ya entró en vigor, México está negociando con autoridades de EE.UU. para revertirlo, al igual que otros posibles impuestos a productos nacionales.
“Mientras tanto lo tienes que pagar (el arancel). Pero tendremos que batallar para que se llegue a otro acuerdo”, dijo el secretario.
El funcionario explicó que la economía mexicana tiene un peso clave para Estados Unidos, al ser su principal importador, incluso por encima de China, Alemania y Japón juntos. Según Ebrard, este factor será determinante para presionar un nuevo acuerdo comercial.
Más tensiones con Washington.
La situación se produce en un contexto de relaciones tensas con el gobierno de Donald Trump, quien ha amenazado con imponer un arancel del 30% a productos mexicanos a partir del 1 de agosto. Ebrard recordó que este tipo de advertencias no son nuevas y que algo similar ocurrió en enero con la amenaza de un arancel del 25%.
“Será una relación de tensión todo el tiempo. Nos tenemos que acostumbrar a tener muchos imprevisibles”, advirtió el secretario.
Este martes, México comenzará mesas de trabajo con la Oficina del Representante Comercial de EE.UU. (USTR) para encontrar soluciones conjuntas y defender el acuerdo actual.
Claudia Sheinbaum: “Estamos cerca de un acuerdo”.
Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum aseguró en su conferencia matutina que confía en llegar a un acuerdo para evitar nuevos aranceles, y que ya se ha avanzado prácticamente en temas clave como seguridad con el gobierno estadounidense.
“Hay avances importantes y creemos que se podrá evitar la imposición de estos nuevos impuestos”, declaró la mandataria.
El gobierno mexicano insiste en que la estrategia será mantener el diálogo abierto, firme y constante, sin caer en confrontaciones innecesarias pero sin ceder soberanía económica.


