NACIONAL.- En las últimas horas, la noticia de un supuesto nuevo billete de 2,000 pesos ha causado revuelo en redes sociales. Miles de usuarios compartieron imágenes y rumores sobre su inminente circulación, sin embargo, el Banco de México (Banxico) aclaró que aún no está autorizado oficialmente.
De acuerdo con la institución, la Junta de Gobierno ya aprobó los motivos temáticos del billete, pero su emisión solo ocurrirá “en caso de que llegara a autorizarse”. Es decir, el diseño está listo, pero todavía no hay fecha para que entre en circulación.
Un homenaje al México contemporáneo.
El nuevo billete, correspondiente a la familia G, estaría dedicado al México contemporáneo.
– Anverso: incluiría las imágenes de los escritores Octavio Paz y Rosario Castellanos, íconos de la literatura mexicana del siglo XX.
– Reverso: presentaría el ecosistema de selvas secas, con el murciélago magueyero y el agave, además del paisaje agavero y antiguas instalaciones de Tequila, Jalisco.
Un diseño cargado de simbolismo cultural y ecológico que representaría una de las etapas más modernas de la historia del país.
El antecedente histórico del billete de 2,000 pesos.

El último billete de 2,000 pesos circuló en 1983, mostrando a Justo Sierra y la Biblioteca Central de la UNAM en el anverso, y el interior del antiguo edificio de la Universidad de México en el reverso. Fue retirado cuando el peso mexicano fue revaluado tras la crisis económica de los 80.
Banxico también retira el billete de 20 pesos.
Mientras se especula sobre el nuevo billete, el Diario Oficial de la Federación (DOF) confirmó el retiro de circulación del billete de 20 pesos de la familia F, emitido en 2007. Este billete, de color azul, mostraba a Benito Juárez y la zona arqueológica de Monte Albán, y será reemplazado por la moneda de 20 pesos, ya vigente en todo el país.
¿Llegará el billete de 2,000 a tus manos?
Por ahora, Banxico mantiene en reserva su lanzamiento, aunque su diseño es una realidad.
Si se autoriza su impresión, el billete de $2,000 pesos se convertiría en el de mayor denominación en circulación, algo que (para muchos economistas) refleja el impacto de la inflación y el cambio en el poder adquisitivo del peso mexicano.


