ZAPOPAN, JALISCO.- La violencia política en México volvió a encender las alarmas tras el asesinato de Luis Armando Córdova Díaz, exdiputado federal y actual secretario del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Jalisco, quien fue acribillado este martes dentro de una cafetería en el municipio de Zapopan.
Córdova, quien representó a Jalisco en la Cámara de Diputados de 2012 a 2015, fue atacado por sujetos armados que huyeron a bordo de una motocicleta, según las primeras indagatorias de la Fiscalía del Estado. La dependencia confirmó que ya se inició una carpeta de investigación y que se están revisando cámaras de videovigilancia y otras evidencias para dar con los responsables.
El PRI exigió justicia y denunció el clima de violencia que se vive en el país:
“La inseguridad está desbordada. ¡El pueblo no merece vivir con miedo!”, señaló el partido en un pronunciamiento oficial.
El homicidio de Córdova ocurre en medio de un preocupante repunte de ataques contra actores políticos, en especial en el contexto del proceso electoral en curso. Jalisco, bastión del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), es una de las entidades más golpeadas por la violencia derivada del crimen organizado, con frecuentes enfrentamientos armados, desapariciones y asesinatos selectivos.
Este crimen se suma al de Esteban Alfonseca, exalcalde de Actopan, Veracruz, asesinado la noche del lunes, y al atentado contra Yesenia Lara, candidata de Morena a la alcaldía de Texistepec, también en Veracruz, quien fue atacada a balazos mientras encabezaba una caravana proselitista el domingo. Ambos casos reflejan la creciente presión del crimen organizado sobre el proceso electoral.
Veracruz, al igual que Jalisco, es un territorio estratégico para las redes del narcotráfico por su ubicación geográfica y su acceso al Golfo de México. El estado celebrará elecciones el próximo 1 de junio, donde se renovarán autoridades en 212 municipios.
Expertos han advertido que los asesinatos de políticos tienden a intensificarse durante las campañas, como parte de estrategias de grupos criminales para controlar alcaldías, corporaciones policiacas y rutas de trasiego.