Ad image

Crisis en El Vaticano: el Papa Francisco lucha por salvar las finanzas de la Iglesia en medio de su delicado estado de salud.

Redacción Región Sur Gto
4 Lectura mínima

INTERNACIONAL.- El Vaticano se encuentra al borde de una crisis financiera sin precedentes, y la salud del Papa Francisco podría no ser el único problema que amenaza a la Santa Sede. Mientras el pontífice de 88 años batalla contra una grave neumonía doble, el agujero en las finanzas vaticanas se sigue profundizando, con una deuda que se ha disparado a niveles alarmantes y pone en riesgo la estabilidad económica de la Iglesia Católica.

Días antes de su hospitalización, Francisco enfrentó una feroz resistencia de los cardenales, quienes se oponen a sus intentos por sanear las cuentas mediante recortes presupuestarios y búsqueda de financiamiento externo. En una reunión a puerta cerrada, los altos mandos de la Curia Romana rechazaron tajantemente su propuesta de conseguir donaciones privadas para cerrar el déficit, que ha escalado a 87 millones de dólares.

Ante el desmoronamiento económico, el Papa ordenó la creación de una Comisión de Donaciones con la que busca desesperadamente captar fondos de católicos, obispos y benefactores, pero la incertidumbre es total. La medida desató aún más tensiones en el seno del Vaticano, donde muchos temen que aceptar financiamiento externo comprometa la independencia de la Iglesia.

¿El Vaticano al borde de la quiebra?

El problema financiero no es nuevo, pero se ha agravado de manera alarmante en los últimos años. En 2022, el déficit reportado era de 33 millones de euros, pero ha crecido a más del doble en apenas dos años. A esto se suman las preocupaciones por el fondo de pensiones del Vaticano, que en 2022 ascendía a 631 millones de euros, pero cuya cifra actual se mantiene en secreto.

“La Iglesia va a verse obligada a hacer cosas que nunca quiso hacer”, advierte el reverendo Tom Reese, experto en finanzas vaticanas. La falta de dinero podría obligar al Papa a tomar medidas drásticas, como cerrar embajadas, reducir programas de caridad y hasta vender propiedades.

El Vaticano no cobra impuestos ni puede emitir deuda, lo que limita severamente sus fuentes de ingreso. Tradicionalmente ha subsistido gracias a donaciones, inversiones inmobiliarias y la venta de entradas a los Museos Vaticanos, pero ni siquiera el Jubileo de 2025, que atraerá a 32 millones de peregrinos, será suficiente para tapar el agujero financiero.

Un futuro incierto.

El Papa Francisco ha recortado los sueldos de los cardenales en tres ocasiones, pero las medidas no han sido suficientes. Con su estado de salud deteriorado y la oposición de los sectores más conservadores de la Iglesia, su lucha por salvar las finanzas del Vaticano se vuelve cada vez más difícil.

Muchos analistas creen que tarde o temprano, el Vaticano tendrá que vender activos para obtener liquidez, pero esto sólo pospondría el problema para un futuro Papa. “Habrá un día de ajuste de cuentas”, advierte Reese.

Comentarios de Facebook
Comparte este artículo
Información de la región sur del estado de Guanajuato. Noticias nacionales e internacionales.