SEGURIDAD.- En una operación conjunta entre la Fiscalía General del Estado de Guerrero, el Ejército Mexicano, la Marina, la Fiscalía General de la República (FGR), la Guardia Nacional y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), fue detenido Miguel Ángel “N”, señalado como presunto responsable del homicidio del párroco Bertoldo Pantaleón Estrada.
La captura se llevó a cabo en el estado de Guerrero, en cumplimiento de una orden de aprehensión derivada de las investigaciones que encabezaron las autoridades tras el crimen que conmocionó a la comunidad religiosa y civil.

El titular de la SSPC, Omar García Harfuch, confirmó la detención y aseguró que las instituciones federales y estatales continuarán trabajando coordinadamente para evitar que delitos de este tipo queden impunes.
“Reiteramos nuestro compromiso de garantizar justicia y seguridad a todas las comunidades del país. No habrá impunidad en este caso”, expresó García Harfuch.
Una discusión por un clericó habría detonado la agresión.
De acuerdo con versiones preliminares, el homicidio del sacerdote Bertoldo Pantaleón Estrada ocurrió tras una discusión con Miguel Ángel “N” durante un convivio comunitario.
El sacerdote habría preparado clericó, una bebida tradicional a base de vino y frutas, para compartir con feligreses de la parroquia.
Sin embargo, el presunto agresor reaccionó violentamente tras sentirse excluido o molesto por la dinámica del encuentro, lo que derivó en una agresión directa contra el párroco.
Fiscalía abre carpeta de investigación.
La Fiscalía de Guerrero informó que se ha abierto una carpeta de investigación para esclarecer los hechos y determinar responsabilidades penales.
Se espera que en los próximos días se solicite la vinculación a proceso de Miguel Ángel “N”, quien permanece bajo custodia mientras avanzan las diligencias ministeriales.
Preocupación por agresiones a líderes religiosos.
Este caso se suma a una serie de agresiones contra líderes religiosos en México, lo que ha generado preocupación entre organizaciones civiles y eclesiásticas, que han exhortado a las autoridades a reforzar la protección de sacerdotes y figuras comunitarias.
La Iglesia católica ha reiterado la necesidad de garantizar que los espacios de fe y convivencia sean entornos seguros y respetuosos, especialmente en comunidades rurales donde los sacerdotes suelen desempeñar un papel central en la vida social.