YURIRIA.- Don Rafael del Socorro Villagómez Garibay nació el 16 de diciembre de 1891, en una familia sencilla y profundamente enraizada en los valores tradicionales de Yuriria, Guanajuato. Sus padres, Longinos Villagómez Ruiz y Ma. Leónides Dolores Garibay Serna, tuvieron seis hijos con nombres que reflejaban la fuerte religiosidad de la época: Rafael del Socorro, Ma. Irene Celestina de los Dolores, José María Agustín de los Dolores, Ma. Luz Dolores Daria Sabina, Ma. Socorro Antonia de los Dolores y Álvaro Ignacio de Jesús.
En 1919, Don Rafael contrajo matrimonio con Ma. Trinidad Aguilera Mora. Aunque su historia familiar estuvo marcada por la pérdida de cuatro de sus hijos (Rafael, J. Trinidad, Ma. Trinidad y J. Carmen, quienes fallecieron al nacer), le sobrevivieron sus hijas Ma. del Socorro de los Ángeles y Marina Villagómez Aguilera, quienes continuaron con su legado.
Según lo documenta el cronista municipal de Yuriria, Ignacio Núñez Gaviña, Don Rafael fue un talentoso músico y director de orquesta. Fundó agrupaciones como Abundio Martínez, Yurirense y Juventino Rosas, en las que participaron músicos reconocidos como Federico Tinoco, J. Jesús Guzmán Cíntora, David López Orozco, Joaquín Malagón y Ricardo Cahue. Estas orquestas fueron clave en la vida cultural del municipio durante la primera mitad del siglo XX.

Además de su faceta musical, Don Rafael tuvo una profunda vocación por la escritura. Su pasión por las letras lo llevó a dejar un testimonio invaluable de los principales acontecimientos ocurridos en Yuriria desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX. Su trabajo como narrador y cronista popular permitió conservar la memoria de una época de grandes transformaciones sociales y culturales en la región.
También desempeñó un papel importante en la vida pública. Formó parte del Ayuntamiento durante el periodo 1952-1954, bajo la presidencia municipal de Roberto Ríos Pérez. Su espíritu altruista lo llevó a apoyar la construcción de obras en la cabecera municipal y a impulsar expresiones culturales como los tradicionales garatusos, fiestas populares que se mantienen vivas gracias a personajes como él.
Don Rafael del Socorro Villagómez Garibay falleció a los 101 años, dejando un legado que sigue presente en la memoria de Yuriria. Su vida es un ejemplo de compromiso con el arte, la historia y el bienestar de su comunidad.
Este artículo se basa en el texto e investigación de Ignacio Núñez Gaviña, Cronista Municipal de Yuriria, Gto., quien ha documentado con esmero y respeto la vida de este ilustre yurirense.