INTERNACIONAL.- El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha confirmado su intención de declarar una “emergencia nacional” y desplegar recursos militares para intensificar el combate contra la inmigración ilegal. La información fue inicialmente difundida por Tom Fitton, director de la organización conservadora Judicial Watch, y corroborada por Trump en su cuenta de Truth Social.
Fitton, quien ocupó un cargo en la administración de Trump durante su primer mandato, escribió en la red social:
“Buenas noticias: Los informes son que el presidente entrante @RealDonaldTrump está preparado para declarar una emergencia nacional y utilizar activos militares para revertir la invasión de Biden mediante un programa de deportación masiva.”
Trump respondió directamente a la publicación con un escueto pero contundente mensaje: “Es verdad.”
De acuerdo con reportes de CNN, el programa de deportación masiva contempla la creación y ampliación de centros de detención cerca de grandes ciudades fronterizas con México. Estos espacios, apoyados por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), estarían diseñados para albergar a inmigrantes considerados indocumentados antes de ser expulsados del país.
Se planea que las instalaciones cuenten con recursos como catres y colchonetas, financiados a través de la declaratoria de emergencia nacional y el uso de recursos militares. Para evitar que los detenidos sean liberados debido a la falta de capacidad federal, Trump buscaría hacer obligatoria su retención mediante una orden ejecutiva.
Durante su primer mandato (2017-2021), Trump ya había utilizado una declaratoria de emergencia nacional para obtener fondos destinados a la construcción del muro fronterizo. Este nuevo anuncio reafirma su enfoque en la política migratoria como una prioridad de su próxima administración.
La confirmación del plan llega en un momento de transición política en Estados Unidos y ha generado reacciones encontradas. Mientras sus seguidores celebran la medida como un esfuerzo por fortalecer la seguridad nacional, sus críticos argumentan que estas políticas podrían derivar en violaciones a los derechos humanos y un uso excesivo de recursos públicos.
Judicial Watch, liderada por Fitton, se describe como una organización dedicada a litigar por la transparencia gubernamental y oponerse a la entrega de fondos públicos a gobiernos extranjeros. Fitton felicitó públicamente a Trump por su victoria electoral y ha sido uno de sus más vocales defensores.
Por otro lado, los planes para ampliar los centros de detención y endurecer las políticas migratorias han sido calificados por activistas y organizaciones de derechos humanos como medidas extremas que pueden generar condiciones inhumanas para los detenidos.
El enfoque de Trump contrasta con las políticas de administraciones anteriores, que, aunque enfrentaron desafíos similares, no recurrieron a estrategias tan militarizadas. Su discurso, sin embargo, encuentra eco en una base política que exige acciones más contundentes frente a la inmigración ilegal.
Con información de CNN y EFE.