INTERNACIONAL.- El Vaticano confirmó este lunes el fallecimiento del Papa Francisco, a los 88 años de edad, luego de haber permanecido varios días hospitalizado debido a una neumonía doble. El deceso del primer papa latinoamericano marca el fin de una era para la Iglesia católica, en la que el pontífice argentino se destacó por su enfoque reformador, su cercanía con los más necesitados y su compromiso con una Iglesia más austera y cercana al pueblo.
Desde tempranas horas, cientos de personas se congregaron frente al hospital Gemelli de Roma, donde se encontraba internado el Papa, instalando un altar improvisado para orar por su salud. Tras confirmarse la noticia de su muerte, los fieles elevaron plegarias en su memoria.
Nacido como Jorge Mario Bergoglio el 17 de diciembre de 1936 en Buenos Aires, Argentina, fue hijo de Mario José Francisco Bergoglio, un contador empleado del ferrocarril, y de Regina María Sivori, ama de casa. Fue el mayor de cinco hermanos y desde joven mostró una fuerte vocación espiritual: a los 17 años decidió ingresar al seminario, y más tarde se unió a la Compañía de Jesús, cuyos valores de humildad, compromiso y austeridad marcaron profundamente su camino.
Ordenado sacerdote en 1969, Bergoglio fue rector de la Facultad de Filosofía y Teología de San Miguel entre 1980 y 1986. En 1998 fue nombrado arzobispo de Buenos Aires, y se ganó el respeto de muchos por su vida sencilla: durante 15 años utilizó el transporte público para moverse por la ciudad, evitando privilegios innecesarios. Fue designado cardenal por Juan Pablo II en 2001 y presidió la Conferencia Episcopal Argentina de 2005 a 2011.
El 13 de marzo de 2013, Jorge Mario Bergoglio fue elegido como Papa número 266 en el segundo día del cónclave, convirtiéndose en el primer pontífice americano y en el primer no europeo en más de mil años en liderar la Iglesia católica. Escogió el nombre de Francisco, en honor a San Francisco de Asís, símbolo de la humildad y la paz.
Durante su papado, Francisco fue un líder reformador, abogó por una Iglesia más inclusiva, comprometida con los pobres, crítica del consumismo y defensora del medio ambiente. También promovió el diálogo interreligioso y la reconciliación social, ganándose el cariño de millones dentro y fuera de la fe católica.
El Papa Francisco deja un legado imborrable como el “papa del pueblo”, cuya vida y ministerio estuvieron siempre marcados por la sencillez, la cercanía con la gente común y su incansable búsqueda de justicia y paz. Su pontificado cambió para siempre la historia de la Iglesia.