BROOKLYN, NUEVA YORK.- Este viernes, el juez de la Corte Federal del Distrito Este de Brooklyn, Brian Cogan, aceptó la posibilidad de discutir la solicitud de pena de muerte contra Ismael “El Mayo” Zambada, uno de los líderes del Cártel de Sinaloa, en el marco de su eventual juicio. La Fiscalía de Estados Unidos presentó esta opción debido a la gravedad de los crímenes de los que se le acusa, abriendo la puerta a una sanción máxima para el narcotraficante de 76 años.
Durante una breve audiencia que duró solo 10 minutos, los fiscales estadounidenses enumeraron los 17 cargos que enfrenta Zambada, entre los que destacan delitos como narcotráfico, delincuencia organizada, portación ilegal de armas de fuego y lavado de dinero. Según la Fiscalía, los crímenes que ha cometido durante más de tres décadas justifican la posibilidad de solicitar la pena capital en este caso.
La carrera criminal de Ismael “El Mayo” Zambada ha sido extensa y compleja, abarcando 35 años de actividad delictiva. Entre 1989 y 2024, se le acusa de dirigir una operación internacional de narcotráfico que importó y distribuyó enormes cantidades de drogas, generando miles de millones de dólares en ganancias ilícitas. Su influencia en el Cártel de Sinaloa, una de las organizaciones criminales más poderosas del mundo, fue clave para el éxito de la empresa delictiva.
En 2012, “El Mayo” amplió su imperio criminal al incursionar en la fabricación y distribución de fentanilo, una de las drogas más mortales, que fue enviada principalmente a Estados Unidos, donde la crisis de sobredosis ha causado miles de muertes. Este aspecto de su operación criminal podría complicar aún más el juicio, que los fiscales adelantaron será incluso más largo y complicado que el de Joaquín “El Chapo” Guzmán, debido al tiempo que Zambada estuvo activo.
Uno de los aspectos más polémicos del juicio es la posible existencia de un conflicto de interés en la representación legal de Zambada. Su abogado, Frank Pérez, también ha representado a Vicente Zambada Niebla, alias “El Vicentillo”, hijo de “El Mayo” y testigo colaborador del gobierno estadounidense. “El Vicentillo” fue condenado por narcotráfico en Estados Unidos y su testimonio en el juicio de “El Chapo” en 2019 implicó directamente a su padre en las operaciones del Cártel de Sinaloa.
Este conflicto fue señalado por la Fiscalía, que denunció la dualidad en la defensa de Frank Pérez. El fiscal en jefe del Distrito Este de Nueva York, Breon Peace, advirtió que esta situación podría generar problemas éticos y legales, ya que “El Vicentillo” ha aportado información incriminatoria contra “El Mayo”. Ante esta situación, el juez Cogan planteó la necesidad de una audiencia Curcio, un procedimiento que se utiliza para analizar posibles conflictos de interés en la representación legal de un acusado.
Durante la audiencia Curcio, Zambada será informado sobre las implicaciones de continuar con Pérez como su abogado. Se le dará la opción de decidir si desea seguir con él como defensor o si prefiere nombrar a un nuevo abogado para evitar cualquier riesgo de un conflicto de interés.
El juicio de “El Mayo” Zambada promete ser uno de los más largos y complejos en la historia reciente de los procesos contra narcotraficantes en Estados Unidos. La Fiscalía ha enfatizado que su papel en el Cártel de Sinaloa, sus años al frente de operaciones de tráfico de drogas y su responsabilidad en la expansión de la crisis del fentanilo justifican la máxima pena.
La próxima audiencia está programada para el 15 de enero de 2025, y si es declarado culpable, “El Mayo” enfrentaría una pena mínima de cadena perpetua. Sin embargo, la posibilidad de que se le aplique la pena de muerte sigue siendo una opción en la mesa, lo que podría marcar un precedente en la lucha contra los líderes del narcotráfico internacional.
El caso de Ismael “El Mayo” Zambada sigue atrayendo la atención del público y los medios, no solo por la magnitud de sus crímenes, sino también por las implicaciones legales y éticas que su juicio representa para el sistema de justicia de Estados Unidos.