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Narco lanzó amenazas antes de los cochebomba en Guanajuato, confirmó García Harfuch.

Redacción Región Sur Gto
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NACIONAL.- En un alarmante acto de violencia, dos coches bomba explotaron el pasado jueves en los municipios de Jerécuaro y Acámbaro, en Guanajuato, dejando un saldo de tres policías heridos y una estela de pánico en la zona. Las explosiones ocurrieron en un contexto de intensas disputas entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Santa Rosa de Lima, en una guerra por el control del estado que ha puesto a Guanajuato en el primer lugar nacional de homicidios dolosos en lo que va de 2024.

El secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, reveló en la conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum que el crimen organizado había lanzado amenazas contra las autoridades locales días antes de los atentados, presuntamente en respuesta a operativos recientes en la zona. En uno de estos operativos, la policía de Acámbaro confiscó un tractocamión y un vehículo reportado como robado, además de equipo táctico, lo que debilitó las operaciones del cártel en la región y llevó a la detención de varios de sus integrantes.

García Harfuch explicó que el crimen organizado respondió con ataques para intimidar a las autoridades. “La Policía de Acámbaro ha estado en la mira desde las incautaciones del pasado 16 de octubre. Sabemos que estas acciones tocaron estructuras clave de los grupos delictivos en Guanajuato”, indicó. Pese a la gravedad de los ataques, Claudia Sheinbaum aseguró que no deben catalogarse como actos de terrorismo, aunque el uso de explosivos representa una escalada en el nivel de violencia en el estado.

El primer ataque se reportó a las cinco de la mañana en Jerécuaro, cuando un vehículo explotó cerca de una patrulla, generando un incendio. Poco después, a las 06:25, un segundo coche bomba detonó en Acámbaro, a unos 33 kilómetros de distancia, justo frente a las oficinas de la Policía Municipal. El saldo preliminar incluye a tres policías heridos: una oficial fue trasladada de emergencia a un hospital debido a la gravedad de sus lesiones, mientras que otros dos policías resultaron con heridas leves y no requirieron hospitalización. Aunque no hubo civiles lesionados, la explosión causó daños materiales significativos, afectando la fachada del edificio de Seguridad Pública, así como siete vehículos y cuatro casas aledañas.

García Harfuch señaló que estos ataques son parte de la disputa entre el Cártel de Santa Rosa de Lima y el CJNG, una lucha que se ha recrudecido desde la captura de José Antonio Yépez Ortiz, alias “El Marro”, líder del Cártel de Santa Rosa. David Saucedo, analista de seguridad, apunta a que el cártel local mantiene aún control en áreas como Jerécuaro y Acámbaro. Saucedo indicó que “el Cártel de Santa Rosa de Lima es el único grupo en la región con la experiencia en el uso de explosivos, un sello distintivo que ya ha empleado en otros ataques”, destacó en entrevista.

En contraste, Víctor Hernández, profesor del Tecnológico de Monterrey, planteó que el CJNG también podría estar detrás de los ataques. Hasta septiembre de este año, Guanajuato registró 1,863 carpetas de investigación por homicidio doloso, muchas relacionadas con esta guerra entre cárteles.

La Fiscalía General de la República (FGR) asumió la investigación del caso y ha desplegado peritos para determinar el tipo de explosivos utilizados en los coches bomba. En el pasado, el crimen organizado en Guanajuato ha utilizado explosivos en diferentes contextos, incluyendo ataques coordinados y “regalos bomba”. Estos incidentes han generado preocupación entre políticos y analistas de seguridad, quienes consideran que la sofisticación de la violencia en el estado alcanza niveles alarmantes.

Políticos de oposición han exigido que el gobierno califique estos actos como terrorismo. La reciente decapitación de un alcalde en Chilpancingo y las amenazas entre grupos delictivos en Sinaloa han reforzado los argumentos de quienes creen que el nivel de violencia justifica esa designación. En Estados Unidos, algunos líderes republicanos, incluido el expresidente Donald Trump, han llamado a clasificar a los cárteles mexicanos como grupos terroristas, una medida que justificaría una intervención militar en México, un tema sensible en la relación bilateral.

Claudia Sheinbaum adelantó que el próximo martes presentará un primer informe de su política de seguridad, que incluye el manejo de estos incidentes, y explicará por qué su gobierno no considera que estos ataques califiquen como terrorismo.

Los atentados llegan en un momento crítico para las autoridades estatales y municipales en Guanajuato. Libia Dennise García Muñoz Ledo, gobernadora del estado, cumple apenas un mes en el cargo, mientras que las alcaldesas de Jerécuaro y Acámbaro asumieron sus funciones el 10 de octubre. Para la administración de Sheinbaum, que inició el 1 de octubre, estos incidentes representan el primer desafío de seguridad pública en un escenario donde el crimen organizado intenta reafirmar su poder.

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