INTERNACIONAL.- Tras la muerte del papa Francisco, los focos del mundo están puestos en Roma. Poco más de 130 cardenales electores, menores de 80 años, se preparan para encerrarse en cónclave y elegir al nuevo líder de los más de mil millones de católicos en el planeta.
Contents
Aunque el Vaticano siempre es terreno impredecible, estos son los nombres que suenan más fuerte, organizados por continente:
Europa: La vieja guardia vaticana.

- Pietro Parolin (Italia, 70 años)
El actual secretario de Estado es el número dos del Vaticano. Experto diplomático, silencioso pero influyente, ha negociado acuerdos históricos como el firmado con China sobre el nombramiento de obispos. - Pierbattista Pizzaballa (Italia, 60 años)
Patriarca latino de Jerusalén, con un perfecto hebreo e inglés. Es un teólogo franciscano que se ha ganado respeto llamando a la paz en medio del conflicto israelí-palestino. - Matteo Maria Zuppi (Italia, 69 años)
Arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana. Cercano a causas progresistas, ha mediado en conflictos internacionales y es defensor de los migrantes y de la inclusión de los fieles LGBT. - Claudio Gugerotti (Italia, 69 años)
Diplomático de alto nivel, políglota y experto en el mundo eslavo. Ha trabajado como nuncio en zonas de tensión como Ucrania, Bielorrusia y Armenia. - Jean-Marc Aveline (Francia, 66 años)
Arzobispo de Marsella, nacido en Argelia. Lucha por el diálogo interreligioso y la defensa de migrantes, muy en la línea de las causas favoritas de Francisco. - Anders Arborelius (Suecia, 75 años)
El primer obispo sueco católico en siglos, en un país de mayoría protestante. Firme en su fe tradicional, defiende los derechos de los migrantes y rechaza reformas radicales impulsadas por los obispos alemanes. - Mario Grech (Malta, 68 años)
Un actor clave en el sínodo sobre el futuro de la Iglesia. Representa un equilibrio entre la apertura de Francisco y las preocupaciones del ala conservadora. - Péter Erdö (Hungría, 72 años)
Intelectual de siete idiomas, conservador en temas de familia y sexualidad. Fiel al diálogo ecuménico, pero criticado por su silencio ante las políticas autoritarias de Viktor Orban. - Jean-Claude Hollerich (Luxemburgo, 66 años)
Jesuita como Francisco, abierto a los cambios sociales. Experto en relaciones culturales entre Europa y Asia, su perfil podría ser el puente que la Iglesia busca en un mundo globalizado.
Asia: La nueva frontera católica.

- Antonio Tagle (Filipinas, 67 años) Carismático, sencillo y apodado “el Francisco asiático”. Defensor de los pobres y migrantes, Tagle representa una opción fuerte para conectar con el Sur Global.
- Charles Maung Bo (Birmania, 76 años) Figura clave en la defensa de los derechos humanos en Myanmar. Luchador incansable por la paz, el diálogo interreligioso y los derechos de las minorías perseguidas como los rohinyás.
África: El continente que crece.

- Peter Turkson (Ghana, 76 años)
- El eterno “papable africano”. Habla seis idiomas, es un defensor de la justicia económica global y su elección rompería siglos de papas europeos.
- Fridolin Ambongo (República Democrática del Congo, 65 años)
- Arzobispo de Kinshasa y voz firme contra la violencia en su país. Conservador en temas de moral sexual, pero socialmente activo en las luchas por la paz y los derechos humanos.
América: La fuerza de Occidente.

- Robert Francis Prevost (Estados Unidos, 69 años)
- Prefecto del Dicasterio para los Obispos, el organismo que define gran parte del liderazgo de la Iglesia. Con experiencia misionera en Perú, es una figura de perfil bajo pero muy poderosa.
- Timothy Dolan (Estados Unidos, 75 años)
- Arzobispo de Nueva York, conservador en doctrina pero muy mediático. Extrovertido, popular y con sentido del humor, tiene la simpatía de sectores más tradicionales en EE.UU.
El cónclave: ¿Conservadores o reformistas?
El gran dilema que atraviesa este cónclave es el choque entre dos visiones de Iglesia: una más tradicionalista y otra más abierta y dialogante. El resultado es impredecible. Porque si algo enseña la historia vaticana es que, en el cónclave, quien entra papa, sale cardenal. Se vienen días de incienso, política secreta y mucho, mucho humo blanco (o no).
Comentarios de Facebook