ESTADOS.- Jalisco se tiñe de sangre una vez más. En un escalofriante hallazgo, colectivos de búsqueda encontraron lo que parece ser un auténtico campo de exterminio en el municipio de Teuchitlán. Huesos calcinados, montones de ropa y más de 200 pares de zapatos revelan la magnitud del horror en el que se ha convertido el estado con más desaparecidos de México.
El macabro descubrimiento fue realizado el miércoles por el colectivo “Guerreros Buscadores de Jalisco”, luego de recibir una llamada anónima que los alertó sobre una zona utilizada presuntamente por el crimen organizado para desaparecer cuerpos.
“Dimos con el lugar por varias llamadas anónimas… Restos humanos completamente calcinados, fosas llenas de huesos quemados…”, declaró Índira Navarro, representante del colectivo.

Pero lo que deja sin aliento es que este sitio ya había sido asegurado por las autoridades en septiembre pasado. En aquel entonces, se descubrió que operaba como centro de entrenamiento de sicarios, se detuvo a 10 criminales armados y se liberó a dos personas secuestradas. A pesar de esto, el infierno continuó operando en la sombra.
La Fiscalía de Jalisco confirmó la presencia de casquillos de bala, cargadores y múltiples restos óseos, lo que refuerza la hipótesis de que este sitio fue utilizado para ejecuciones y desapariciones masivas.
Jalisco: el estado del terror.

Jalisco se ha convertido en un cementerio clandestino, con casi 15 mil desaparecidos, la cifra más alta del país. Todo apunta a que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), designado como grupo terrorista por el expresidente Donald Trump, sigue operando impunemente, dejando un rastro de muerte y destrucción.
México ya suma más de 110 mil desaparecidos desde el 2006, cuando el gobierno declaró la guerra al narcotráfico. Pero más que una lucha contra el crimen, el país parece haber caído en una espiral de violencia sin retorno, donde los desaparecidos no dejan de aumentar y las fosas clandestinas se multiplican.
Las familias siguen buscando a sus seres queridos en un país donde la muerte es cotidiana y la justicia parece ser solo una ilusión. ¿Cuántos crematorios más habrá ocultos en esta tierra de nadie?