CIUDAD DE MÉXICO.- En un acto de violencia que ha generado consternación en la comunidad religiosa, la Parroquia San Luis Gonzaga, ubicada en la Alcaldía Iztacalco de la Ciudad de México, fue asaltada por un comando armado compuesto por al menos 12 hombres. El suceso tuvo lugar en la mañana del miércoles 31 de mayo en el número 360 de Playa Regatas, colonia Reforma Iztaccíhuatl Sur.
La Arquidiócesis Primada de México denunció el incidente a través del semanario “Desde la Fe”, donde se informó que los delincuentes sometieron y amenazaron de muerte al párroco Cuauhtémoc Islas para concretar el robo. El padre Islas relató su experiencia a la publicación, explicando que uno de los agresores lo obligó a arrodillarse al pie de la cama mientras otro lo apuntaba con un arma de fuego. Posteriormente, le cubrieron la cabeza con una funda de almohada, le ataron las manos y los pies, y lo dejaron en la cama sin poder ver lo que ocurría.
Según el testimonio del padre Islas, el comando armado forzó alcancías y muebles de oficina donde se guardaban diversos objetos de uso cotidiano en la parroquia. Además, dejaron puertas y cajones abiertos en la Sacristía, así como sustrajeron dos vasos sagrados de plata.
La gravedad de este incidente ha llevado a la Arquidiócesis Primada de México a realizar un llamado urgente para frenar la inseguridad en el país. Estos actos de violencia no solo afectan el patrimonio de las instituciones religiosas, sino que también amenazan la integridad y la vida de sus miembros.
La comunidad religiosa y los feligreses de la Parroquia San Luis Gonzaga expresaron su consternación y solidaridad con el padre Cuauhtémoc Islas. Asimismo, han manifestado su preocupación por la creciente inseguridad en la Ciudad de México y han instado a las autoridades competentes a tomar medidas efectivas para garantizar la seguridad de la población.
Las investigaciones sobre este asalto a la parroquia están en curso, y se espera que las autoridades realicen todos los esfuerzos necesarios para identificar, capturar y llevar ante la justicia a los responsables de este acto criminal. La comunidad religiosa espera que este incidente no quede impune y que se fortalezcan las medidas de seguridad en la ciudad para prevenir futuros ataques similares.
