YURIRIA.- Comerciantes y prestadores de servicio viven una mala temporada debido a la plaga de lirio acuático que aqueja a la Laguna de Yuriria, misma que es considerada como uno de los principales atractivos turísticos del municipio.
Dicha plaga ha afectado de manera importante los bolsillos de los negocios locales, principalmente a lancheros que se dedican a realizar recorridos turísticos al interior del cuerpo acuático pues, la cantidad acumulada y estancada de esta planta, impide que las lanchas puedan avanzar debido a que estas se atascan en las hélices de los motores de estas, dañándolas y dejándolas varadas.
Al consultar con algunos de estos lancheros, nos hacen saber su preocupación puesto que, la temporada de fin de año, representa un ingreso importante para sustentar los gastos de su familia y poder sobrellevar la cuesta de enero, misma que según el panorama económico, se avecina muy difícil a diferencia de años anteriores por las decisiones tomadas por el gobierno federal.
Pese a que el problema del lirio acuático generado por los grandes niveles de contaminación de las aguas de la laguna lleva varios años, el gobierno federal, a quien corresponde su cuidado, ha dejado en el olvido este humedal, siendo los esfuerzos pocos e insuficientes a pesar del paso de las diversas administraciones federales.
Sumado a esta indiferencia, el municipio de Yuriria ha quedado a merced de la irresponsabilidad e indiferencia de los municipios que forman parte de la ribera de este vaso regulador, teniendo como principal ejemplo los municipios de Uriangato y Moroleón, quienes desfogan sus aguas negras en la laguna, sin importar el nivel la contaminación del líquido vertido, mismo que contiene en ocasiones metales pesados derivados de su producción textil, provocando incluso problemas de salud a las personas que consumen animales o vegetales regados con esta agua.
El problema está lejos de tener una solución favorable si los diferentes niveles de gobierno y la sociedad civil no trabajan de manera conjunta, dejando de lado intereses particulares al anteponer los intereses comunes, mismos que benefician tanto al medio ambiente como a la economía local de los municipios del sur del estado de Guanajuato.