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“Murió de un infarto”: indignación por el manejo oficial del asesinato de la maestra Irma Hernández en Veracruz.

Redacción Región Sur Gto
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ÁLAMO TEMAPACHE, VERACRUZ.- El feminicidio de la maestra jubilada y taxista Irma Hernández Cruz, hallada sin vida el pasado miércoles tras seis días de haber sido secuestrada, ha conmocionado a la sociedad veracruzana. No sólo por la brutalidad del hecho, sino por la forma en que ha sido comunicado oficialmente.

En una declaración que ha levantado indignación, la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle García, afirmó que la víctima “fue violentada” y que “parece ser que a raíz de su violencia le dio un infarto”, según reportes de los forenses. La frase, aunque aparentemente técnica, ha sido interpretada por muchos sectores como una forma de minimizar la violencia directa del crimen, diluyendo la responsabilidad de los agresores.

El cuerpo de Irma Hernández Cruz fue localizado en un predio de la comunidad Buenos Aires, en los límites de Álamo, Temapache y Cerro Azul, tras haber estado desaparecida desde el pasado 18 de julio. Ese mismo día, circuló en redes sociales un video en el que se le veía arrodillada, esposada y rodeada de hombres armados, quienes la obligaban a transmitir amenazas al gremio de taxistas, insinuando que debían “pagar la cuota”.

A pesar de que la mandataria estatal aseguró que “no hay detenidos”, medios locales informaron que en el municipio de Cerro Azul fueron capturados dos presuntos integrantes del grupo criminal “Sombra”: Víctor “N”, alias “Cholo” o “Moyo”, y José “N”, alias “Gastón” o “Águila”. Según los reportes, su detención fue resultado de un operativo coordinado por fuerzas armadas que blindaron la región desde el miércoles.

Durante el hallazgo del cuerpo, autoridades aseguraron dos vehículos, chalecos, un arma corta, cartuchos, teléfonos móviles, envoltorios con droga y sobres amarillos posiblemente relacionados con pagos ilícitos. Sin embargo, la narrativa oficial ha quedado marcada por la desafortunada expresión de la gobernadora, quien también insistió en que “no hay pacto con nadie” y prometió que “no habrá impunidad”.

La maestra Irma, ampliamente reconocida en su comunidad por su trayectoria como docente y por su servicio como taxista, fue despedida este jueves en su natal ejido Pueblo Nuevo, donde llegó su cuerpo después de permanecer 16 horas en la morgue del SEMEFO en Tuxpan. Amigos, familiares y decenas de pobladores acudieron consternados, exigiendo justicia y respuestas claras.

Mientras las autoridades intentan reconstruir los hechos, el tratamiento comunicativo del caso deja profundas dudas sobre la voluntad política real para enfrentar con contundencia la violencia contra las mujeres y la presencia del crimen organizado en el norte de Veracruz. Nombrar un feminicidio como “un infarto por violencia” no sólo desdibuja la gravedad del hecho, sino que insulta la memoria de una mujer que fue claramente torturada, humillada y asesinada.

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