INTERNACIONAL.- Este martes, Venezuela encendió oficialmente la temporada navideña en un contexto marcado por el adelanto decretado por el presidente Nicolás Maduro, quien ordenó la decoración de espacios públicos con luces y símbolos típicos de la Navidad. A pesar de la atmósfera festiva que se vive en Caracas y otras regiones del país, el ambiente se ve ensombrecido por la crisis política que sigue latente tras los controvertidos comicios del 28 de julio.
La alcaldesa de Caracas, Carmen Meléndez, fue la encargada de liderar el acto inaugural desde la capital, donde cientos de personas se congregaron para presenciar el encendido de una cruz en el Waraira Repano, la emblemática formación montañosa conocida popularmente como el Ávila, que se alza en el norte de la ciudad. La cuenta regresiva para iluminar la cruz, un símbolo tradicional durante las festividades navideñas caraqueñas, marcó el inicio de lo que el gobierno denomina una “Navidad adelantada”.
Celebraciones oficiales y llamados a la unión
Desde una plaza de la ciudad, Meléndez invitó a los venezolanos a disfrutar de unas “navidades felices, seguras y en familia”. El ministro de Cultura, Ernesto Villegas, presente en el evento, aprovechó la ocasión para destacar la importancia de la temporada como una oportunidad para reafirmar la identidad nacional. Según Villegas, la “ruta navideña” que comenzó este martes no debe ser una celebración vacía, sino un momento para “reafirmar las raíces” de Venezuela.
Las decoraciones navideñas se han multiplicado en los últimos días por toda Caracas. Árboles de Navidad, túneles de luces y figuras como estrellas, copos de nieve y bastones de caramelo adornan plazas y calles, mientras transeúntes, especialmente familias con niños, se detienen a tomarse fotografías en los coloridos escenarios, según reportó la agencia EFE. Edificios de instituciones públicas también han sido decorados, y los trabajos de instalación de luces continúan a medida que avanza la temporada.
Además de los actos en la capital, las celebraciones se extendieron a otras regiones del país como Miranda, Carabobo, Guárico y Lara. Imágenes transmitidas por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV) mostraron conciertos y eventos comunitarios en diversas ciudades, donde el gobierno busca inyectar un ambiente de optimismo en medio de las dificultades que enfrenta la nación.
Crisis política empaña las festividades
Sin embargo, las festividades navideñas no logran ocultar la tensa situación política que atraviesa el país. A pesar de la proclamación de Maduro como ganador en las elecciones presidenciales del 28 de julio, los resultados oficiales aún no han sido desagregados ni aclarados en su totalidad. Mientras tanto, la oposición, encabezada por el exiliado Edmundo González Urrutia, continúa reclamando la victoria, denunciando un fraude electoral.
La falta de transparencia en los resultados ha generado un clima de desconfianza y polarización política. Las denuncias por parte de la oposición, que sostiene que González Urrutia fue el verdadero ganador, han intensificado la crisis, forzando al excandidato a exiliarse en España, desde donde sigue denunciando las irregularidades del proceso electoral.
En este contexto, el gobierno de Maduro busca mantener la calma a través de gestos como el adelanto de la Navidad, una estrategia que, según analistas, tiene la intención de distraer la atención de los problemas políticos y económicos que aquejan al país. Sin embargo, la tensión persiste, especialmente entre aquellos sectores de la población que apoyan a la oposición y que ven en estas festividades una maniobra del gobierno para desviar la atención.
Un país dividido ante el “adelanto navideño”
Mientras el gobierno impulsa las celebraciones, muchos venezolanos se enfrentan a realidades duras. La crisis económica, que ha deteriorado la calidad de vida de la mayoría de la población, sigue siendo un factor determinante. A pesar de los adornos y la música navideña, para muchas familias la celebración se ve opacada por la incertidumbre política y la escasez de recursos.
A nivel internacional, las elecciones venezolanas han sido objeto de múltiples cuestionamientos, y varias naciones, incluyendo Estados Unidos y la Unión Europea, han mostrado su preocupación por la falta de transparencia. Los intentos de diálogo entre el gobierno y la oposición no han logrado avances significativos, lo que complica aún más la posibilidad de una resolución pacífica en el corto plazo.
A pesar de todo, el gobierno de Maduro continúa promoviendo la Navidad como una oportunidad para la unión y la paz. Los mensajes de “Feliz Navidad” y los conciertos en todo el país buscan dar un respiro a la población, aunque la realidad política y social siga siendo compleja.
Así, mientras las luces brillan en Caracas y otras ciudades venezolanas, el país sigue sumido en una profunda crisis que, a pesar del “adelanto” navideño, no muestra signos de solución en el futuro cercano.
